De Agent AI a Colega de IA: la revolución del código
En el equipo backend hemos “contratado” a un nuevo colega: un Agent AI que escribe código, aprende del feedback y trabaja junto a los desarrolladores. Así, ellos pueden centrarse en tareas más desafiantes.

Se habla de ello en todas partes: la Inteligencia Artificial está cambiando el mundo del trabajo. Pero más allá de los titulares y de las herramientas que prometen milagros, ¿qué significa realmente integrar la IA en los procesos de una empresa tecnológica como la nuestra?
En el área de Backend Solution decidimos descubrirlo de primera mano iniciando un proceso de experimentación. No nos limitamos a “hablar” con la IA: la contratamos. O casi. De hecho, estamos integrando un Agent AI en nuestro equipo, un colega digital que trabaja codo a codo con los demás desarrolladores.
No una simple herramienta, sino un colega digital
No queríamos un “sugestor mejorado” para nuestros desarrolladores, sino un verdadero agente autónomo, capaz de interactuar y asumir tareas completas. La idea es tan simple como potente: automatizar las actividades rutinarias—como tareas más simples y repetitivas, incluyendo la documentación y el testing—para liberar el tiempo y la energía de nuestros desarrolladores.
El talento humano es demasiado valioso para emplearlo en tareas tan estándar: el objetivo a medio plazo es poder dedicar cada vez más el valor añadido de las personas a lo que realmente marca la diferencia, como la arquitectura de sistemas, la resolución de problemas y la implementación de software complejo.
¿Agente quién? A hombros de gigantes
Pero un agente tan avanzado no surge de la nada, especialmente con una tecnología que evoluciona tan rápidamente. Para contar con la potencia y la fiabilidad necesarias, fuimos a llamar a la puerta de los mejores. Hemos establecido una alianza estratégica con Anthropic para utilizar sus modelos de codificación Claude, diseñados específicamente para el mundo empresarial. Esto nos garantiza no solo un alto rendimiento, sino también la seguridad y la estabilidad que exigen los proyectos de nuestros clientes.
También estamos colaborando con Google para integrar y probar las nuevas versiones de su modelo Gemini Coder, que está mostrando un rendimiento cada vez más prometedor.
¿Pero cómo funciona, en la práctica?
Lo más interesante es que no hemos tenido que revolucionar nuestra forma de trabajar. Lo que decidimos fue potenciar el flujo de trabajo que usamos cada día en GitLab, la plataforma de codificación que utilizamos para rastrear los cambios en el código fuente de nuestros proyectos.
Así se estructura el flujo de trabajo, adaptando un proceso familiar para cualquiera que haya desarrollado código:
- Uno de nuestros desarrolladores senior abre una "issue" en GitLab. En la práctica, redacta un brief claro y detallado.
- Nuestro Agent AI lee la solicitud y escribe el código para completar la tarea.
- El desarrollador senior analiza el código, dejando comentarios e instrucciones precisas. Una revisión de código en toda regla.
- El Agent AI aprende del feedback y modifica el código hasta que cumple con lo solicitado.
- Solo entonces, el humano da el visto bueno final y aprueba la revisión, integrando el cambio en el código fuente principal.
Una mirada al futuro: IA, personas y clientes
En nuestra BU Customer Digital Solutions mantenemos los radares siempre enfocados en la evolución de las tecnologías de IA generativa para el desarrollo, con un objetivo claro: integrar estas tecnologías de forma eficiente y moderna en nuestros procesos.
Pero la tecnología por sí sola no basta. La verdadera transformación también pasa por las personas. Por eso ya estamos estructurando programas de capacitación para desarrolladores, centrados en temas de AI Coding, para estar cada vez más preparados para guiar modelos de IA cada vez más capaces. Queremos que nuestros talentos sigan siendo los más competitivos del mercado, no a pesar de la IA, sino gracias a ella.
La idea de fondo sigue siendo la misma: dejar a las máquinas las tareas más repetitivas para liberar tiempo para la inteligencia, la creatividad y la empatía humanas. Queremos que nuestros equipos se dediquen a aquello que una IA aún no puede hacer: dialogar con los clientes a un nivel altamente técnico para guiarlos en un proceso de transformación, comprender sus desafíos en escenarios caóticos, implementar arquitecturas de software complejas y construir esas relaciones sólidas que solo nacen de la interacción humana.
(Artículo a cargo de Fabio Piro, Head of Software Engineering & PMO)